Experiencia de vida
a los 5 años aprendí que a los pecesitos dorados no les gusta la gelatina.
a los 9 aprendí que mi maestra sólo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.
a los 10 aprendí que era posible estar enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo.
a los 13 aprendí que cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería, mi madre me mandaba a ordenarlo.
a los 15 aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque mi padre tenia frustraciones mayores y la mano más pesada.
a los 20 aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños.
a los 25 aprendí que nunca debía elogiar la comida de mi madre cuando estaba comiendo algo preparado por mi esposa.
a los 28 aprendí que se puede hacer en un instante algo que te va a hacer doler la cabeza la vida entera.
a los 30 aprendí que cuando mi mujer y yo teníamos una noche sin chicos, pasábamos la mayor parte de la noche hablando de ellos.
a los 36 aprendí que existen cosas esenciales para un buen matrimonio: cuentas bancarias y baños separados.
a los 38 aprendí que siempre que estoy viajando quisiera estar en casa, y siempre que estoy en casa me gustaría estar viajando.
a los 39 aprendí que puedes saber que tu esposa te ama cuando sobran dos croquetas y elije la menor.
a los 41 aprendí que nunca se conoce bien a los amigos, hasta que se comparten vacaciones.
a los 42 aprendí que si estas llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos.
a los 47 aprendí que niños y abuelos son aliados naturales.
a los 51 aprendí que solo llego tarde al trabajo cuando mi patrón llega temprano.
a los 54 aprendí que el objeto mas importante de un escritorio es la papelera.
a los 55 aprendí que es absolutamente imposible tomar vacaciones sin engordar cinco kilos.
a los 64 aprendí que la mayoria de las cosas por las cuales me he preocupado, nunca suceden.
a los 66 aprendí que las personas que dicen que el dinero no es todo, generalmente tienen mucho dinero.
a los 67 aprendí que si esperás a jubilarte para disfrutar la vida, esperaste demasiado tiempo.
a los 71 aprendí que si las cosas van mal, yo no tengo porqué ir con ellas.
a los 76 aprendí que envejecer es importante.
a los 92 aprendí que todavía tengo mucho que aprender
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